Tuve una vez un sueño
“Tuve una vez un sueño” Matin Luther King Jr.
En el que la administración fuera un instrumento
con sus engranajes ajustados como un reloj.
En el que tanto empleadores como empleados mirasen
hacia un mismo objetivo.
Donde las nuevas tecnologías fuese el punto de unión
entre ciudadanos y administración
Donde los empleados mimasen a su clientela como la
parte mas importante de su trabajo, prestando un servicio eficiente y ágil.
Donde los empleadores miraran a sus empleados como trabajadores
que emplean su tiempo para un fin común que es el servicio al ciudadano.
Donde todos remábamos en el mismo barco, tanto
empleadores, empleados y ciudadanos, pensando que la administración es algo
suyo, que garantiza todos los servicios necesarios sin coste alguno para ellos.
En la que administración sea ejemplo a seguir por
parte de las restantes empresas, por su
eficiencia y agilidad en la respuesta a los ciudadanos.
Tuve una vez un sueño….
Y al despertar...
Encontré una administración desajustada, donde los
empleadores exigen un rumbo pero no ponen capitanes que gobiernen y miran hacia
otro lado.
Donde los empleadores miran hacia una clientela
mientras que los empleados han de atender a otra. Viviendo en dos mundos
distinto y separados por un abismo entre ambos.
Donde las tecnologías, en la mayoría de los casos,
brillan por su ausencia y más que un punto de unión suponen una barrera entre
ciudadanos y administración, imponiendo unos protocolos difíciles de cumplir.
Donde los empleados miran al ciudadano con recelo,
ya que este les ataca de forma
indiscriminada.
Donde los empleadores miran a sus empleados con
desprecio, como vagos en vez de trabajadores, donde los empleadores emplean su
tiempo en difamar a sus trabajadores y poner a la ponerlos como punta de lanza
para justificar no prestar un servicio al ciudadano.
Donde cada uno rema hacia el sentido contrario de
los demás, empleador, empleado y ciudadanos, pensando en el caso de los
empleadores que la administración es algo suyo y que ni los empleados ni los
ciudadanos tiene nada que decir.
Donde a la administración se le pone como ejemplo
de mala gestión.
Tuve una vez un sueño….
Donde los empleadores manejan la administración
como una “buena empresa”.
Donde la gestión de los recursos se hace de forma
eficiente, no por siglas.
Donde se mima a su cliente interno, ya que se es
consciente que son ellos y solo ellos los que producen los beneficios de la
administración, el buen trato, la eficacia, la productividad en definitiva de
prestar un beneficio a la ciudadanía.
Tuve una vez un sueño……. Y tú?
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